La doncella que espera la mano de su caballero para seguir el camino... de la ¿redención o sujeción?

En tiempos de antaño hubiese sido quemada o bien condenada al infierno, -situaciones no muy diferente para algunos- una blasfema que pronuncia barbaridades en contra de los semi dioses del feudo, una loca enferma derivada rápidamente a un convento por su familia o bien casada, de forma urgente, con un viejo decrepito a punto de expirar, que emite sus últimos alientos junto a mis oídos al anochecer.

Cuando vemos la tele, postrados en nuestras camas, comiendo chocolates con trufa, junto a nuestras mascotas –algunos, ciertamente, no tienen vida-, miramos las películas del medio evo y admiramos esos vestidos y corset, son tan lindos, esos peinados y cabelleras largas, –todas las actrices con extensiones claro, pero se ven regias- a esos príncipes azules, que recorren viento y marea para estar con su amada, desposarlas, embarazarlas, prepararlas para crianzas de sus herederos o bien de sus hijas, y para bordarles lindos escudos en sus capas, ¿Qué es esto?... siglos después… ¿sigue ocurriendo lo mismo en nuestra sociedad? Se cambiaron los bordados de escudos, por marquitas en el par correcto de calcetines o hilar en flojos botones de camisas?...

Algunas tienen pánico que algún día un niño haga LA pregunta –quizás nunca ocurra y sigan comiendo chocolates en la cama junto a la mati, digo, sus mascotas…-. La verdad, creo que ese es uno de los mitos urbanos mas odiados por algunas, la mina que anda con el vestido de novia en la cartera y que busca cazar a su príncipe azul –o celeste, o verde o lo que sea sirve…- para formar una vida junto a alguien, por que no saben estar solas, o no saben lidiar con la vida sin algún hombre que les este guiado o quieren tener hijos bajo una familia bien constituida, o simplemente quieren una familia feliz, inserta en una sociedad perfecta, viviendo en una hermosa casa con rejas de madera blanca y con boby jugando junto a los niños cerca de las rosas y orejas de oso plantadas por las felices mamas… esto ya no ocurre… siempre…

Si existe el amor entre dos personas, da lo mismo si el curita los salpico o no con el agua de la sacristía, que sea con un vestido blanco o no –noten la expectación de la vieja chana sentada en las banquitas de la iglesia para ver el vestido de la novia y el color, mas aun si existen hijos de por medio, no por nada tenemos en estos momentos en el pensamiento… y de blanco la patuda…-, da lo mismo que juren ante dios que nunca te cagaran o que nunca te abandonaran… lo realmente importante es haber escogido al hombre indicado… o bien al príncipe de TUS sueños, que jamás te dejará, porque te ama, que nunca te cagará, porque basta contigo y que nunca te aplacará porque te respeta… y él no necesita haber sido escuchado por dios para prometerlo, ni haber firmado un papel para cumplirlo…